Michael Sullivan, actor, animador, escultor y productor cinematográfico británico, comenzó comprando muñecos viejos en los mercadillos para una película de guerra con robots, pero decidió hacer el amor en lugar de la guerra y acabó realizando la película pornográfica más alucinante que hayan visto nuestro ojos jamás: Sex Life of Robots
La película puede verse en el "Museum of Sex" de Nueva York a lo largo de este año, gira en torno a una excitante institutriz que muestra a los bebés que tiene a su cargo todo lo que deben saber para introducirse en las artes amatorias. Algo así como un Marques de Sade steampunk
Guarro e increiblemente creativo. Perderselo sí que sería pecado.
Aquí os dejamos con un reportaje que le hicieron el la TV británica en la que explica su proceso de trabajo y en el que podemos ver algunos momentos que nos han excitado mucho... en el sentido stopmotionero de la palabra, que quede claro.
Y Aquí un artículo que le dedicaron en Wired.
No hay comentarios:
Publicar un comentario